sábado, 18 de abril de 2009

La tradición judeo-medieval de Catalunya tiene pulgas.

Algunos parajes catalanes se han erigido en unos de los primeros garantes de los derechos de los animales de compañía pero olvidando otros básicos y elementales de la convivencia ciudadana y la higiene social. Al ayuntamiento de Girona - enclave de larga tradición judeo-medieval- y que registra una de las tasas más altas de abandonos de animales, le han asaltado las pulgas. Acaba de decretar una ordenanza más que anti-parasitaria:

Impondrá multas de hasta 400 euros a los dueños de los perros que dejen a sus animales más de 6 horas en casa sin sacar de paseo un mínimo de 20 minutos para realizar sus necesidades fisiológicas. Las multas ascenderán a otros 300 euros a los propietarios que no recogan los excrementos de la via pública. La ordenanza que entrará en vigor a partir de octubre del 2009, también prohibirá dejar a los animales en las terrazas y balcones durante la noche en los domicilios donde habitan.

¿ Y qué tendrá la velocidad con el tocino ? Un animal doméstico también es un foco de contaminación acústica y Girona que ya de por sí padece unos de los niveles de ruidos más elevados del país, parece pretender con dicha ordenanza "limpiar" varios frentes de un plumazo: velar por la salud de las personas y los animales, mitigar los ladridos y aullidos de los perros en las viviendas particulares, la recogida de los excrementos, así como mejorar la recaudación municipal. Uno se pregunta, si el ayuntamiento de Girona también contrará a mayores guardias urbanos para cronometrar a los perros en casa, de paseo en la calle o para vigilar de no pisar un excremento en el suelo urbano. O a lo mejor alentará para que sean los vecinos de Girona quienes denuncien tras las cortinas y anónimamente (recordando otros tiempos oscuros de la historia reciente) a los propietarios que incumplan la normativa.

La polémica en cualquier caso ya está desvirgada. Catalunya vuelve a destacar con sus singulares ordenanzas pseudo-recaudatorias. Y yo que no tengo animales, me cuestiono si otras "cagadas" de funcionarios municipales y despilfarros del dinero público autorizadas por sus gobernantes, no deberíamos poder multar con sanciones mayores. Todo sea por higiene social, por preservar los niveles de ruido de protesta popular y para evitar la contaminación anímica de tanto ciudadano impotente.

jueves, 9 de abril de 2009

El polvo: enemigo invisible

La humanidad tiene muchos enemigos naturales e imaginarios. La vida se nos va combatiendo y no en pocas ocasiones innecesariamente. Que nos lo pregunten a los hispanios, que parece desde la época de los Reyes Católicos y la Santa Iglesia católica no hayamos dejado de expeler a enemigos ficiticios, y a dividirnos, combatirnos y a mortificar la intolerancia hasta nuestros días. Sin embargo, no pretendo hacer aqui un discurso histórico, sino referirme a un enemigo invisible y al que muy poca atención prestamos. Se trata del polvo, sí del polvo doméstico, cuyos niveles en los núcleos de población y hogares es especialmente significativo. No soy científico ni dispongo de instrumentos de medición, pero creo no exagerar si afirmo que en menos de 1 año los niveles de polvo que observo en mi entorno puede haber ascendido un 300%. Hay estudios que parecen cifrar entre 2.000 y 3.000 millones de Tm de polvo acumulado anualmente en la atmósfera. Solo en Africa ciertos entendidos sostienen haberse multiplicado por 10 la producción de polvo en el último medio siglo.
Lo llamo enemigo invisible porque tales cantidades expuestas a la salud y conviviendo día y noche, deben estar provocándonos todo tipo de patologías y males orgánicos que solo los doctos sabrían enumerar mejor que yo. Como si de un vitriolo o veneno se tratara nos está atacando silenciosamente y muy pocos alzan la voz. Y no es que estemos expuestos a mayores fuentes de contaminación. Por lo que a mi modesto caso particular se refiere, sí he observado su incremento (casual o no) con la tala y desaparición natural de la población árborea cercana a mi domicilio.

La pregunta inmediata: ¿ el polvo doméstico tiene una relación directa con el cambio climático, con la mayor actividad productiva en otras zonas del planeta, o la proliferación de agentes tóxicos? ¿Podría tener su origen global en el Chad o en el centro de Africa como parecen apuntar algunos satélites? ¿Cuántos enfermos y enfermades se pueden haber registrado a causa del polvo en suspensión y determinados microbios desde por ejemplo los inicios del siglo XXI? Desconozco si existe alguna institución preocupada en estudiar el tema, pero en el caso de España no me consta que algún estamento público haya tematizado sobre esta preocupación y emprendido campañas de "prevención" -un aforismo de escasa práctica en el país-.
Si lleváramos campañas de sensibilización y prevención contra las consecuencias del polvo en el organismo, ¿cuánta salud recuperaríamos y cuántas vidas humanas salvaríamos ?
Presumo que como se trata de un "enemigo invisible" como el Regolito o el polvo lunar, por eso en España no le ponemos ninguna atención, hasta que alguna autoridad internacional dé la alarma.