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jueves, 7 de julio de 2011

La "Generación Donostiarra"



(De dcha a izda: Juan Miguel Sánchez, Norberto Sevilla, Mª Jesús
Cimadevilla -Chusina-, Juan Aranda Olmo e Ignacio Sánchez-León)
Ausentes: Javier Hildalgo, Manuel e Isabel Ortiz Vera, Pepe Aranda, Rubén, Raúl, etc, etc,etc y perdón si me olvido de alguno

La "Generación Donostiarra" (1959/61) nace en Madrid, se disipa por el mundo mundial mediante tirabuzones y cuando regresa cargado de años, alguna descendencia pero también expertise y ciertos skills, sigue allí la magia infantil, acnésica y hasta platónica...haciendo latir corazones, recuerdos, estaciones, ilusiones y hasta algún amargo sabor de hiel con mejunge barato. Donostia no era el horizonte sino la playa de desembarco, que junto con la Plazoleta, Telefónica, el banco del Chuchi, el bar ParDos o el estudio de virgen figura, compartieron todas clase de operaciones de asalto. Años duros, grises, de rebeldía, en especial antes de la muerte de Franco y los primeros años de la democracia. No por ello, ni Bakunin, ni LLuis Llach, Cristo Rey, Jesucristo Superstar o los atentados terroristas de bandas armas deshizo el cordón umbilical de los "donostiarras".

No están todos, ni todos pueden estar. El espíritu y espírita ha vagado durante tiempo, decenios, ministerios, estudios, obras, despachos, salas de espera, cuartillas, informes y largas caravanas. El piti y la copa para algunos perdieron su razón de ser, pero prometo que en esto nada tuvo que ver Rubalcaba. Intacto queda el resto, salvo los años: ilusión, vida, elogios, amor y los instantes.... Porque los horizontes se acercan aunque la mente llega más lejos.

Con la vista cómplice del silencio seguimos a los delfines, mientras las olas del barrio asfaltado y anchos bloques de hormigón perduran como si no pasara el tiempo. Un tiempo que no se va a detener, aunque nos queramos apear, pues el ritmo, para algunos contagioso, se mantiene con mecánica suiza. Puedo prometer y prometo.... que nos consuela saber que cada una de sus obras perdurarán por más tiempo que esta generación.

Gracias a la "Generación Donostiarra" o tal vez por su culpa, el mundo hoy es de otra manera.
Puede que ya sólo por ello merezca un elogio.....
Por siempre y un día más !!