Algunos parajes catalanes se han erigido en unos de los primeros garantes de los derechos de los animales de compañía pero olvidando otros básicos y elementales de la convivencia ciudadana y la higiene social. Al ayuntamiento de Girona - enclave de larga tradición judeo-medieval- y que registra una de las tasas más altas de abandonos de animales, le han asaltado las pulgas. Acaba de decretar una ordenanza más que anti-parasitaria:
Impondrá multas de hasta 400 euros a los dueños de los perros que dejen a sus animales más de 6 horas en casa sin sacar de paseo un mínimo de 20 minutos para realizar sus necesidades fisiológicas. Las multas ascenderán a otros 300 euros a los propietarios que no recogan los excrementos de la via pública. La ordenanza que entrará en vigor a partir de octubre del 2009, también prohibirá dejar a los animales en las terrazas y balcones durante la noche en los domicilios donde habitan.
¿ Y qué tendrá la velocidad con el tocino ? Un animal doméstico también es un foco de contaminación acústica y Girona que ya de por sí padece unos de los niveles de ruidos más elevados del país, parece pretender con dicha ordenanza "limpiar" varios frentes de un plumazo: velar por la salud de las personas y los animales, mitigar los ladridos y aullidos de los perros en las viviendas particulares, la recogida de los excrementos, así como mejorar la recaudación municipal. Uno se pregunta, si el ayuntamiento de Girona también contrará a mayores guardias urbanos para cronometrar a los perros en casa, de paseo en la calle o para vigilar de no pisar un excremento en el suelo urbano. O a lo mejor alentará para que sean los vecinos de Girona quienes denuncien tras las cortinas y anónimamente (recordando otros tiempos oscuros de la historia reciente) a los propietarios que incumplan la normativa.
La polémica en cualquier caso ya está desvirgada. Catalunya vuelve a destacar con sus singulares ordenanzas pseudo-recaudatorias. Y yo que no tengo animales, me cuestiono si otras "cagadas" de funcionarios municipales y despilfarros del dinero público autorizadas por sus gobernantes, no deberíamos poder multar con sanciones mayores. Todo sea por higiene social, por preservar los niveles de ruido de protesta popular y para evitar la contaminación anímica de tanto ciudadano impotente.
¿Cuanta "cagada" hacen muchos de nuestros lideres que pisamos y encima aun estamos pagando? Girona , no es una excepción. Cataluña, yes -we can
ResponderEliminarMoltas pulgas, moltas pulgas, no pot ser aixo. Me temo que son pulgas espanyolas, y ara nos arrascamos todos aki.
ResponderEliminarPisuerga
Eso, eso, yo en Gibraltar tambien sé de politicos municipales que han venido de la Junta Andalucia para "lavar" la ropa...
ResponderEliminarPedro Páramo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar