Nativos digitales

 

#IA #eDemocracia #eAdministración #eGobernanza #CD

Leo en la prensa que Alvise es el primer nativo digital en política en España,  frente a los partidos y candidatos análogos en un mundo decadente de los medios de comunicación. Sin apenas presencia mediática a diferencia del resto de los partidos en las últimas europeas y sin embargo ha dado un “pelotazo” de votos empleando a fondo canales digitales.

Este hecho diferenciador alumbra el dato de que los partidos  de amplio espectro siguen sin adaptarse al cambio digital (pero volcados en la inclusión lingüística). Poner un par de tuits o tic-tocs mientras se vuelcan en mítines presenciales fuera de moda no son el tono que esperan los cada vez más nativos digitales, y una sociedad cansada, aburrida de los tediosos debates en pantalla y falsas promesas aireadas en pabellones con fans arrastrados en bus con derecho a bocadillo de chorizo para aplaudir a chorizos.

Somos disruptivos  con la receta electrónica (que ya quisieran otros países)  pero las farmacias siguen perdiendo el tiempo recortando con un cutter el código de barras de los envoltorios de medicamentos para justificar la venta y pasar el cargo a la SS. Cuando con un click podría ser posible.

La Casa Real se suma a la ola digital de las RRSS: se espera mucho más y dejar para determinadas cuentas sus actos protocolarios. Es por el bien de la Corona que tienen que estar y llegar donde  están los nativos digitales. Y no siempre aguardando para estrechar las manos a los congregados ante un acto oficial. Cuanto más se abran y cercanos se hagan, sin ínfulas de sangre azul, más prescriptores obtendrán para  bregar contra los radicales de siempre. Censuran que la jefatura de Estado no sea votada por el pueblo. Tampoco el pueblo vota en listas cerradas directamente al presidente de gobierno y sus ministros.

Sánchez anuncia con orgullo inversiones de empresas tecnológicas en el país cuando es verdad que llevamos la delantera digital respecto a algunos competidores de la UE, entre ellos Alemania, pero a España le falta un buen empujón para devolver la moralidad y digitalizar la sociedad, en especial con la e-Administración y apostar por la e-Gobernanza. Bien haríamos que el Cuerpo Diplomático (CD) se adaptara a los nuevos tiempos y dejen de ser mudos digitales.

Nos queda mucho camino por recorrer. Sobre todo el cambio de paradigma para asumir la revolución eco-digital. La IA mutará la política, los políticos, los oficios y la democracia. El exceso de grasa en la burocracia analógica es síntoma de falta de competitividad y otras patologías ocultas que se reflejan en la deuda pública. Nadie dice que es fácil saltar de la zona de confort, pero tampoco que tengamos que negar el futuro.