Perrerías no escritas

#DegradaciónDemocrática #fango #epístolas #IIRepública #normasNoescritas #caciquismo

En un país en el que un MENA pueda cobrar más que un jubilado, un migrante obtenga más ayudas sociales que un necesitado nacional,  un okupa tenga más derechos que un propietario de vivienda, un mantero más privilegios fiscales que un comerciante, la corrupción en el gobierno sea justificada,  delincuentes ilegales reincidan y sean absueltos y terroristas puedan marcar la agenda de un gobierno, ese país pensarán que no existe. Pero se llama España. 

Es un país que creía superada la tragedia de la guerra civil española, con una transición democrática ejemplar en el mundo, socio fiel en la UE/OTAN, y haber gozado del mayor periodo de prosperidad social y económica, de repente se tuerce y empieza a minar la democracia. Se comienza por abrir viejas heridas más que cerradas, luego por alterar las leyes a conveniencia de unos golpistas, le sigue el indulto, la condonación de los dineros malversados en la corrupción, se aprueba una amnistía que elimina la igualdad de todos los españoles, se liquida la división de poderes, se exime de responsabilidades políticas a unos dirigentes por conductas antiéticas y penales, parece retornar el caciquismo y se flirtea con un referéndum ilegal que dividirá todo el país bajo riesgo de otra contienda civil, ¿puede dormir tranquilo?

De jactarnos por tener la generación mejor preparada de todos los tiempos -que nos hizo pensar que los errores del pasado no se volverían a cometer-, a consentir la corrupción y los chanchullos con el dinero de todos bajo el eslogan “al menos no gobierna la derecha ni la ultraderecha”. ¿Acaso no es legítimo la alternancia en el poder?. Parece que no.

Qué decir de todas esas reglas, normas y leyes tanto escritas como no escritas que se retuercen a gusto del momento para justificar cualquier contradicción anterior. Las explicaciones y comparecencias a escrutinio de preguntas del Congreso o de la opinión pública se cambian por las epístolas llenas de amor que escupen más injurias revestidas de bulos, fango y mango. Y  como tenemos tan poca memoria y el nivel más bajo en el informe PISA, ¿extraña a alguno que padezcamos tal  degeneración democrática que trae al recuerdo el caos de la II República? La culpa no es ya de los políticos, sino de nosotros  -repletos de másters del universo- que dejamos que se practiquen a cielo abierto las  perrerías sin consecuencias. Como si con un “A la mierda” se arreglasen las cosas. @ignacioSLeon