Convolutos 2.0
Ay, qué lejos están los primeros convolutos de la era española. Corrían los años 90 cuando un diplomático teutón criado en Chamberí acuñó un vocablo nuevo avenido del tedesco (Konvolut) para referirse a la España de los pelotazos que él mismo cosechó y que tan grato recuerdo conservo del lawfare.
Hubo un ministro socialista que afirmaba por entonces que “España era el país del mundo para hacer dinero rápido”. Pues justo por eso, casual o no, empezaron a aflorar multitud de sonados casos de corrupción en democracia. Algunos incrementaron notablemente el patrimonio con bonosueldos. Fueron tantos y tan cuantiosos que hizo perder las elecciones a Felipe González corriendo ríos de tinta contra la moral socialista en aquella España de la beautifull people.
Los años pasaron y como no podía ser porque parece que lo llevamos en la sangre, con Aznar primero y con Rajoy después, también abusamos de convolutos. La corrupción del PP se saldó con unos trajes desteñidos del apresto, un Jaguar no identificado en el garaje y una moción de censura que desbancó a toda la derecha, hoy tildada de facha, ultra, fascista, extremista y corrompida hasta el tuétano. Qué memorables calificativos. Y todo porque no contaron como otros más entrenados con un “Manual de resistencia” y un seguro de caradura a todo riesgo.
Pero llegó la era 2.0. El asalto a los cielos de la coalición social-comunista hace ahora unos seis años al mando de un postulante a monarca republicano y forofo de Mohamed VI. Hizo aparición la pandemia, el volcán de La Palma, la invasión de Ucrania, la policrisis, el cambio climático y las verdades que cambiaban de opinión.
Y cómo no, la corrupción señalada de la derecha se mimetizó con la izquierda puigresista, feminista, ecofamiliar y resiliente así como de los socios nacional-independentistas. Pero hemos mejorado, porque “los delincuentes no pueden ser de izquierdas” según el ex ministro Alberto Garzón de la ex-RDA mientras gravitamos en cápsulas convolutas 2.0 bajo la órbita rusa.
MASCARILLAS PARA SALVAR VIDAS Y BOLSILLOS
No es cuestión de millones defraudados, que sin duda cuentan, pero la izquierda moralista se lleva la palma y lidera el ranking europeo junto con los de la saga Pujol, quien aguarda juicio 10 años. Pero no piensen mal, que es por saturación judicial y no por lawfare.
A este paso, mi futura nieta me da una biznieta en tiempo record. Y los de la antigua CiU (ahora Junts por la amnistía) repitiendo como el ajo en el pan tumaca lo de “España nos roba”. En honor a la verdad, Cataluña roba y España paga. Y si no que se lo digan a Negreira que cobraba para comprar árbitros en la Liga a favor del Barça.
Los convolutos 2.0 en la era del icono Sánchez no se podían saber, porque con tantos achaques inmoralistas contra Ayuso y la extrema derecha nos olvidamos de la viga en el ojo propio. Hay que aludir también a la corrupción de amnistiar a indepes catalanes socios del ejecutivo absolutista tras preparar una ley a gusto del delincuente.
La trama de los ERES de Andalucía, que pese a la condena en firme también merecen el perdón y librarse de la cárcel porque “no se llevaron el dinero a casa” con Griñán a la cabeza. La aparición de Tito Berni y los casi 700 milloncejos evaporados en coca, pelanduscas y viajes con maletas Delcy que Moncloa declina recuperar. O las mariscadas de UGT desviando unos 10 kilos (de pasta no de gambas) para los parados de la UE aún sin devolver. Pero están a lo suyo. De ahí que preparen desde un centenar de sedes embargadas una huelga general cuando gobierne el PP y no se aplique el 155 allá donde le quiten las subvenciones.
De todos aquellos casos cerrados por haber prescrito en el tiempo o errores judiciales (y se quejaban del disco duro martilleado por el PP), pasamos a tener para Rato otro convoluto, el de las mascarillas del portero de puticlub y ex consejero de Renfe, Koldo (para que digan que no existe ascensor social), el ex ministro Abalos y la sombra de otros altos cargos en el psoegobierno.
Hasta la fiscalía que depende del gobierno denuncia al gobierno por ocultar datos del proveedor de las mascarillas en la Gürtel del PSOE. “Yo sé lo que yo haría”. Pues eso: salvar vidas no se pero sí llenar los bolsillos en tiempos difíciles.
Y luego está el sinvivir por la amnistía por varios delitos, no sólo violar leyes, sino también por presunto terrorismo callejero y la implicación recurrida de Rusia en el procés para desestabilizar España, mientras bronceamos a socios pro-Putin o por-Hamás para la convivencia en el país. ¿Los convolutos 2.0 serán también otro peaje a la convivencia? Menos mal que promocionamos a presidenta del Consejo de Estado a una “prestigiosa jurista” que se hace un lío con la materia amnistiosa. Del no es no, al sí es sí.
Eso sin mencionar las prebendas al monarca marroquí en un arrebato de generosidad hacia el vecino que exporta talento ilegal y narcotraficantes fuera a bordo a cambio de hacer la vista gorda por algo sensible y secreto. Regalando millones que no son moco de pavo camuflado en ayuda a la cooperación con un régimen que reclama la soberanía de Ceuta y Melilla. Todo ello para sorpresa del Consejo de Ministros y del Parlamento que ya nos tiene acostumbrados.
Es el absolutismo del mago de los convolutos 2.0, que resta a los enfermos de ELA, los agricultores y pescadores pero agasaja al rey alauita. Menos mal que no es corrupción cuando se vota en contra del Madrid de Ayuso y a favor de Fráncfort del alcalde socialdemócrata Peter Feldman para acoger la sede europea del AMLA como hizo nuestro icono patriota de la Internacional Socialista.
Veremos cuando se auditen las ayudas europeas por la pandemia que tan opacamente se gestionan entre amiguetes. Lo achacarán al comité de expertos inexistentes. Empieza a ser cierta aquella pancarta que rezaba: “no hay pan para tantos chorizos”. Eso si la sequía o una moción de censura inesperada, no los hace tirar de la manta ante Pedro de Galilea como testigo. @ignacioSLeon
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